El Nuevo Herald
Op-Ed: Sen. Rick Scott
April 28, 2019

Como gobernador de la Florida, tuve el honor de asistir a la inauguración del nuevo presidente colombiano, Iván Duque. Y tan reciente como la semanFa pasada, viajé a Colombia para discutir con el presidente Duque y otros líderes, el problema del narcotráfico y nuestra meta en común de luchar por la libertad y democracia en Venezuela.

La elección de Duque refleja el deseo del país en tener una nueva era de gobierno y de políticas conservadoras. Bajo el liderazgo del presidente Duque, Colombia sirve como ejemplo de lo que se puede lograr bajo una democracia que apoya la libertad individual y la prosperidad económica para toda su gente.

Durante mi vista la semana pasada, hablamos sobre sus esfuerzos para combatir el narcoterrorismo y su compromiso con la relación entre Colombia y Estados Unidos en los procesos de extradición.

Desde su toma de posesión, el presidente Duque ha tomado fuertes medidas para apoyar la libertad y la democracia en América Latina, mejorar la economía de Colombia y continuar trabajando para erradicar el problema del narcotráfico.

Ha sido un gran aliado en la actual crisis en Venezuela. Según estimados, Colombia ha acogido a millones de refugiados que huyen de la opresión del horrífico régimen de Maduro.

En menos de un año, el presidente Duque ha intensificado los esfuerzos en todos los frentes para contener el crecimiento de cultivos ilícitos y reducir el suministro y el consumo de drogas. Ha hecho gran progreso.

Entre agosto de 2018 y febrero de 2019, el gobierno colombiano erradicó 40,000 hectáreas de cultivos ilícitos, un promedio de 5,747 hectáreas por mes. Esto representa la tasa mensual más alta de erradicación desde el inicio del proceso manual.

La incautación de marihuana y cocaína también aumentó de 197 a 250 toneladas y de 390 a 450 toneladas, respectivamente.

Además, desde agosto de 2018 hasta febrero de 2019, el gobierno colombiano incautó el equivalente a 227 toneladas de clorhidrato de cocaína. Estas incautaciones representaron pérdidas para las organizaciones del narcotráfico de aproximadamente $6,700 millones de dólares estadounidenses.

En diciembre, el presidente Duque presentó el plan “Camino al Futuro”, que, entre otras metas, se compromete a reducir el cultivo y la producción de cocaína en un 50% para el año 2023. Los esfuerzos del presidente Duque significan que habrá menos drogas en la frontera de Estados Unidos y por sus esfuerzos, estoy agradecido. Pero todavía hay más por hacer. El problema de las drogas no es solo un problema colombiano.

Debido a la ubicación de la Florida, el estado sigue siendo uno de los principales sitios para el tráfico internacional de drogas y el lavado de dinero. Según el reporte de Evaluación de Amenazas de Drogas de 2018 de la Administración para el Control de Drogas (DEA), los niveles de cultivo de coca y la producción de cocaína en Colombia, la principal fuente de cocaína incautada y utilizada en Estados Unidos, ha ampliado el mercado de la cocaína, y por consecuencia, incrementado el abuso doméstico de la droga.

De igual forma, la creciente presencia de fentanilo en el suministro de cocaína, probablemente relacionada con la actual crisis de opioides de acuerdo a la DEA, está agravando la amenaza de un aumento en el consumo de la cocaína.

Durante mi tiempo como Gobernador de la Florida, tomamos medidas significativas para apoyar a las comunidades y familias de la Florida batallando con la epidemia nacional de opioides, entre ellas, una inversión de más de $65 millones en 2018 y exigirle al estado a retirar más de $27 millones en fondos federales en el 2017. No obstante, debemos continuar haciendo todo lo posible para combatir esta creciente epidemia.

Hoy más que siempre, Estados Unidos y la comunidad internacional deben trabajar juntos para enfrentar el narcotráfico. Aunque la lucha del presidente Duque acaba de comenzar, espero que Colombia y Estados Unidos puedan trabajar juntos para que finalmente podamos ver una reducción significativa en este grave problema.

Rick Scott es el senador republicano de la Florida. Fue el gobernador número 45 del estado desde 2011 al 2019.